A comienzos del siglo IX, en un pueblo cercano a Maguncia (actual Alemania), nace una niña llamada Juana. A pesar de su sexo y de las dificultades que podía encontrar, Juana se interesa por los estudios debido a que su padre era un erudito predicador llegado de Inglaterra. En una época donde la educación era patrimonio de la Iglesia, Juana se tiene que pasar por hombre para continuar con sus estudios e ingresar en un monasterio, aunque otras fuentes dice que fue para seguir a un amante que había ingresado previamente en alguna orden monástica.
Sea como fuere, Juana (ahora Juan) asciende dentro de la jerarquía de la Iglesia, llega a Roma y se convierte en la mano derecha del Papa León IV. Tras su muerte, la propia Juana ocupará el cargo papal con el nombre de Benedicto III, según algunos, o Juan VIII, según otras crónicas.
Pero lo mejor estaba por venir. Dos años después, Juana no solo mantenía en secreto su sexo, sino su relación con Lamberto de Sajonia. Al parecer, Juana estaba embarazada y se puso de parto en medio de una procesión, por lo que se descubrió la farsa inmediatamente y fue lapidada por una multitud que se sentía engañada. Desde ese momento fue necesario pasar una prueba de virilidad a la hora de ser elegido Papa, la llamada "Duos habet et bene pendantes".
¿Leyenda?, ¿realidad?. Al parecer, no hay ninguna fuente fiable sobre este hecho. No obstante, arriba os dejo las imágenes de Benedicto III y Juan VIII, posibles papisas, a ver si le encontráis el lado femenino.Yo, con esas barbas y el poco pelo reinante en sus cabezas, no soy capaz de verlo. Pero no os fiéis, otras crónicas cuentan que la historia fue silenciada por la Iglesia y que, por eso, nunca apareció en ninguna lista oficial de Papas...
Para saber más:
- Wikipedia
- Donna Woolfolk (1996): La Papisa. De esta novela se hizo una película en el año 2009 que se emitió hace poco en televisión.
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