Las noticias internacionales de los últimos días han tenido como protagonista a Corea del Norte y su enésima amenaza de guerra contra su vecino del sur y EEUU. El hermetismo extremo del régimen comunista de Pyongyang ha hecho que la incertidumbre sobre el verdadero poder militar del pequeño país asiático se acreciente, y es que muy poca gente sabe realmente lo que se cuece dentro de sus fronteras, aparte de la escasa luminosidad nocturna.
Este artículo de El País hace un repaso sobre los escasos testimonios de personas que han vivido en Corea del Norte, donde se arroja algo de luz al oscurantismo norcoreano. Os dejo algunas perlas:
"Siempre le preguntaba a los norcoreanos sobre qué hablaban los mítines y
las sesiones de adoctrinamiento a las que debían acudir semanalmente.
“No lo sé”, le contestaban, y él pensaba que era por discreción. Hasta
que se dio cuenta de que no: de que al escuchar las letanías sobre las
bondades del régimen, los norcoreanos desenchufaban y quedaban en estado
catatónico, soñando despiertos con que ojalá hubiera un poco de carne
para la cena."
"Se podían establecer conversaciones de una relativa intimidad en las que
abordar temas como la infidelidad conyugal o la conflictiva relación
con los mayores que impone el confucianismo. Incluso le sorprendió
hallar cierta candidez en sus interlocutores. Por ejemplo, al alertarles
de que podía haber micrófonos cerca de su conversación, estos se reían y
apuntaban que, siendo aquello Corea del Norte, seguro que estarían
estropeados."
"(...) cuando le inquirió a su traductor por qué no se veían minusválidos en la
capital, este respondió: “Porque todos los norcoreanos nacen fuertes,
inteligentes y saludables”. El ex embajador británico asegura que
escuchó otra explicación: los disminuidos son enviados fuera de la
capital por motivos de imagen."
"Aparte de ese esencial medio de comunicación, no hay
Internet, cuentan con una única cadena de televisión y solo media hora a
la semana de información internacional. Los norcoreanos no conocen nada
sobre su Gobierno: ni el nombre de los ministerios, ni que los líderes
tienen familia. Menos aún, el revuelo que se organizó cuando uno de los hijos de Kim Jong-il fue interceptado yendo a Disneyland.
Aun así, las influencias se cuelan mediante teléfonos chinos o los DVD
de telenovelas surcoreanas llegados de contrabando. Visionar una de
estas fantasías opulentas implica prisión, pero las familias tapan las
ventanas para poder verlas tranquilamente en casa."
"Que el suburbano esté sepultado a 90 metros para servir de refugio
nuclear no transmite confianza. Los trayectos en escaleras mecánicas son
tan largos que a menudo los viajeros se sientan en los escalones a
leer. En cualquier caso, a trabajar hay que ir con tiempo por si hay
cortes de energía en el transporte."
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