23.3.15

Abdicación por obesidad

Aunque todos pensamos que la preocupación por el sobrepeso es algo muy actual, esta historia demuestra que estar excesivamente grueso no es algo bueno ni ahora ni antes.

Cuentan que, allá por el siglo X, Sancho I de León tuvo que dejar el trono por una obesidad tal que le impedía montar a caballo o blandir la espada, lo que significaba, en aquellos tiempos de reyes guerreros, un auténtico problema. Fernán González y sus tropas hicieron que el rey abdicara, pero Sancho I no iba a dejar que sus kilos demás le apartaran del trono.

Debido a la reputación de los médicos árabes, Sancho I acudió a Córdoba a ser tratado por el médico personal del califa Abderramán III, que le impuso una drástica dieta que le llevó incluso a ¡coserle la boca al rey! y a obligarle a ingerir solamente líquidos por una pajita durante ¡cuarenta días!. La dieta dio resultado, como no podía ser de otra forma, y, ayudado por el califa, Sancho I recuperó el trono de León. 
 

Para saber más: España fascinante

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