Abril de 1982. Unas 3.000 personas habitan las
Islas Malvinas, unas remotas islas del Atlántico Sur, cuidando sus granjas y viviendo de la pesca, sin saber lo que está a punto de suceder. El 4 de abril, el ejército argentino desembarca en las islas reclamando su soberanía, que pertenece al Reino Unido desde 1833. Será el comienzo de una
guerra entre Reino Unido y Argentina que solo durará 2 meses y medio y que causará apenas 1.000 vícitmas entre ambos bandos, pero dejará una huella imborrable tanto en los soldados como en los gobiernos de ambos países.
Argentina, dirigida por la despiadada
Junta Militar al mando de
Galtieri, quiso desviar la atención sobre los problemas internos del país, especialmente la desaparición de miles de personas contrarias al régimen, y ganar crédito ante la opinión pública de su país. La aplastante derrota argentina pondrá fin al gobierno de Galtieri y precipitará la caida de la dictadura un año después.
En cuanto a los británicos, la primera misitra
Margaret Thatcher actuó con pulso firme y mando inmediatamente los barcos británicos a las islas Malvinas. Con la victoria logró una gran popularidad en su país, a pesar de sus duras políticas neoliberales, que la mantuvo en el poder hasta 1990.
Más allá de las
consecuencias, la Guerra de las Malvinas supuso un gran trauma para los soldados que combatieron durante dos meses y medio por unos islotes en el Atlántico Sur. Las duras condiciones meteorológicas y la crudeza de los combates hicieron mella en la mente de los combatientes, y muchos de ellos se suicidaron posteriormente.
Por si os interesa el tema, os dejo en
este link un especial de
El Mundo sobre la guerra que ha salido estos días.
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